Nueva entrada de Javier P. En este caso sobre la organización comercial en España.
La función económica del comercio es poner en contacto la
oferta y la demanda. Mientras la
producción fue artesana y, por tanto, escasa, y la demanda
estuvo limitada por la escasez de las
rentas, el comercio no pudo tener la relevancia que
alcanzaría luego, limitándose, en muchos
casos, a los productos de lujo o al comercio mayorista de
productos alimenticios.
La revolución industrial introdujo cambios radicales: la
producción masiva requería una
demanda amplia, que se extendía por espacios cada vez más
extensos; la demanda, por otro
lado, comenzó a crecer al compás del progresivo aumento de
las rentas.
El comercio puede ser interior, cuando se realiza dentro de
un estado; el comercio tiene unas consecuencias económicas y territoriales:
Produce una especialización en aquellas actividades para las
que se es más competitivo. Esta
especialización tiene consecuencias económicas ya que ocasiona un aumento de la
producción, pero también tiene consecuencias territoriales,
pues origina procesos de especialización productiva.
Ocasiona la necesidad de comunicación y contacto entre
diferentes ámbitos territoriales, dando lugar a diferentes flujos e interconexiones, que,
realizados a través de las ciudades, colaboran muy activamente a la formación de los sistemas
urbanos y a su jerarquización. La distribución comercial es un sector de actividad muy
importante desde el punto de vista económico y social, como lo demuestran datos sobre la
aportación al Producto Interior Bruto (PIB) y el empleo generado.
En cuanto al PIB, es aproximadamente del 14%, manteniéndose
esta aportación más o menos
constante desde 1.980. Este hecho se ha producido de forma
similar en otros países miembros
de la Unión Europea. Si se comparan los datos de España con
los de los países más desarrollados de la Unión Europea se observa que la
participación en el PIB de la distribución comercial española se encuentra relativamente elevada (9% en
Alemania y 12% en Francia),
En lo que se refiere al empleo generado por el sector, la
población activa del comercio representa alrededor
del 20% de la población activa total de España y prácticamente las mismas cifras en la población ocupada El sector de la
distribución comercial es en España el mayor en importancia
como generador de empleo,
Es un sector enormemente complejo en cuanto a las
actividades que realiza por lo que es difícil
presentar una clasificación sencilla de sus actividades
Por la posición que
ocupa en la distribución, podemos hablar de:
- Comercio mayorista o “al por mayor”
Compra los productos al fabricante o a otro mayoristas, los
almacena y los vende al comercio minorista. Se localiza en lugares estratégicos
respecto a las áreas productoras y consumidoras de mercancías, prefiriendo la periferia de las
ciudades. Las comunidades con mayor peso de locales mayoristas son
Cataluña, Andalucía y Madrid
- Comercio minorista
Adquiere los productos al fabricante o a un mayorista y los
vende directamente al consumidor. Las comunidades autónomas con mayor peso de locales
minoristas son Andalucía, Cataluña y Madrid.
Tanto el comercio minorista como el mayorista empiezan a ser
unos sectores de actividad importantes en España a partir de los años sesenta gracias a
los movimientos migratorios, al crecimiento económico y al desarrollo del turismo, que
provoca el paso de un período de comercio tradicional a un período de distribución masiva,
caracterizándose por la introducción y fuerte desarrollo del sistema de venta de autoservicio.
Por los canales de
distribución (producción-consumidor) que utiliza, podemos hablar de:
- Comercio de bienes de equipo, la mayor parte de los cuales los vende directamente el productor-fabricante a las propias industrias que van a emplearlos. Para ello, el propio fabricante dispone de sus divisiones comerciales.
- Comercio de bienes “perecederos. Los más importantes son los alimentos), que muestran un sistema muy complejo: productor-comisionista-asentador de mercado central-minorista-consumidor. Esta complejidad exige la necesidad de una cierta regulación para evitar los abusos y la especulación. Para ello, existen organismos como MERCASA Mercados Centrales de Abastecimientos S.A., holding estatal encargado de crear y administrar los mercados centrales de abastecimientos. Forman parte de él, por ejemplo, Mercazaragoza, Mercamadrid, Mercabarna, etc...
- Comercio de bienes de consumo duradero, donde se plantean multitud de variantes, pero las más comunes son:
1) productor-minorista-consumidor;
2) productor-gran almacén-consumidor.
En la actualidad, la distribución comercial en España se
caracteriza por el funcionamiento
paralelo de dos sistemas:
Un sistema basado en un
comercio tradicional, caracterizado por:
- Supone el 90% del comercio al por menor
- En establecimientos de pequeña dimensión (50 m2 de media)
- Dirigidos por empresarios particulares
- Con escaso personal empleado (2,2 trabajadores por
establecimiento)
- Alto porcentaje de negocio familiar (62 %)
- Con escasa formación y edad avanzada (47 años de media)
- Equipamientos deficientes porque las inversiones son bajas
Este sistema se encuentra en una situación de difícil pervivencia,
que se traduce en el
progresivo cierre de este tipo de establecimientos y en una
drástica pérdida de cuota de
mercado
Un sistema basado en la
introducción de nuevas formas comerciales, que utilizan constantemente las
innovaciones de las técnicas de
venta y de gestión, y que en general, están preparadas para
poder adaptarse a los
cambios de las condiciones del entorno.
Entre estas
nuevas formas comerciales destacan:
a) Autoservicios y Supermercados. Con una superficie de sala de ventas hasta de 2.500 m2
b ) Hipermercados. Se trata de establecimientos con una superficie de venta
superior a los 2.500 m2
con grandes áreas
para el aparcamiento de vehículos, emplazados fuera del casco urbano de las ciudades
y situados en las grandes vías de comunicación.
Generalmente se trata de grandes cadenas europeas, lo que
les otorga ventajas:
• Se integran en las cadenas de
compra y venta europeas, buscando el producto más barato y el consumidor idóneo,
• Por el volumen de sus compras
pueden presionar al productor para que les ofrezca productos más baratos o sistemas de financiación óptimos.
c ) Centros
Comerciales y de Ocio integrados.
Grandes áreas en las que se integran Hipermercados con otras
empresas de más pequeño tamaño y oferta complementaria, y con empresas dedicadas al
ocio (cines, restaurantes, etc,), buscando convertirse en lugares donde el
comprador encuentre todo lo que necesita, incluidos los servicios necesarios para hacer más
agradable su tiempo de compra, y donde el tiempo de ocio se mercantiliza.
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