Nueva entrada, en este caso de Laura V., sobre la política agraria común y sus repercusiones en el campo español.
La Política Agrícola Común de la Unión Europea
(PAC) gestiona las subvenciones que se otorgan a la producción agrícola en
la Unión Europea.
El origen
de la PAC se remonta al año 1957 con la firma del Tratado de Roma, momento en el cual seis naciones integrantes de la
Comunicad Económica Europea (Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia,
Luxemburgo y los Países Bajos), buscaron establecer un marco común para la
actividad agrícola, a fin de ordenar y revitalizar las economías.
La PAC
está compuesta por una serie de normas y
mecanismos que regulan la producción, el comercio y el tratamiento de los
productos agrícolas en la Unión Europea con el fin de:
Ø Incrementar
la productividad agrícola, fomentando
el progreso técnico, asegurando el desarrollo racional de la producción
agrícola y ganadera, así como el empleo óptimo de los factores de producción,
en particular de la mano de obra.
Ø Garantizar
un nivel de vida equitativo a la
población agrícola, en especial, mediante el aumento de la renta individual
de los que trabajan la agricultura.
Ø Estabilizar los mercados.
Ø Garantizar
la seguridad de los abastecimientos.
Ø Asegurar
al consumidor suministros a precios
razonables.
Ø Procurar
el bienestar de la sociedad rural.
Ø Asegurar
la protección del medio ambiente en
beneficio de las futuras generaciones.
Ø Mejorar las condiciones sanitarias de los
animales y su bienestar.
Ø Conseguir
todos estos objetivos a un coste mínimo
para el presupuesto comunitario (financiado principalmente por los
ciudadanos dela Unión Europea.
La PAC,
en sus principios, estableció la libre circulación de los productos agrícolas
dentro de la CEE, así como la adopción de políticas proteccionistas, que
permitieron a los agricultores europeos evitar la competencia de productos
procedentes de terceros países. Ello se consiguió mediante la subvención a los
precios agrícolas.
Se
estimuló la productividad del sector
a partir del otorgamiento de subvenciones
y de sistemas que garantizaban precios elevados a los agricultores,
proporcionando incentivos para aumentar la producción, como subsidios a las
inversiones agrícolas para favorecer el crecimiento y gestión de las
explotaciones y medidas de ayuda a la jubilación anticipada, a la formación
profesional y apoyo de las regiones más desfavorecidas.
El 26 de
junio de 2003 se aprobó una reforma en profundidad de la PAC. Los elementos
clave de la nueva PAC son los
siguientes:
Ø Establecimiento
de una ayuda única por explotación
para los agricultores de la UE, independiente de la producción.
Ø Condicionamiento
de las ayudas al cumplimiento de las
normas en materia de medio ambiente, salubridad de los alimentos, sanidad
animal y vegetal y bienestar de los animales, así como a la condición de
mantener las tierras agrarias en buenas condiciones agronómicas y ambientales.
Ø Reforzamiento de la política de desarrollo
rural, lo que supone más fondos de la UE y nuevas medidas para
promover la protección del medio ambiente, la calidad y el bienestar animal, y
ayudar a los agricultores a cumplir las normas de la UE.
Ø Puesta en
marcha de un mecanismo de disciplina
financiera que garantice que el presupuesto agrario fijado hasta 2013 no
sea sobrepasado.
La última reforma de la PAC se acordó en junio de
2013 y está previsto que abarque del año 2014 al 2020. No obstante la mayoría
de las nuevas políticas entran realmente en vigor en el año 2015.
La PAC
2014-2020 tiene los siguientes retos
que afrontar:
·
Retos
Económicos: Debe hacer frente a la crisis económica, intervenir en la
variabilidad de los precios de mercado y garantizar al mismo tiempo la
seguridad alimentaria.
·
Retos
Ambientales: Esta nueva PAC tiene muy en cuenta los problemas
de degradación de suelos, la calidad del agua y del aire, las emisiones de
gases de efecto invernadero y las afecciones a los hábitats y la biodiversidad.
Debe conseguir una gestión sostenible del territorio y adoptar medidas de
acuerdo con los objetivos del Horizonte 2020.
·
Retos
Territoriales: Debe garantizar la revitalización de las zonas
rurales de manera equilibrada, teniendo en cuenta la gran diversidad
agroganadera existente en Europa.
En definitiva, esta nueva reforma se realiza con
el fin de crear una agricultura que garantice la seguridad alimentaria y
asegure la gestión sostenible de los recursos naturales, en un momento en el
que se está prestando cada vez más atención a los problemas relacionados con el
cambio climático y el medio ambiente.
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